domingo, 22 de abril de 2007

Domingo vegetal

Dada mi poco interesante existencia y luego de un mal, pero mal partido de rugby. Decidí reposar mis lesiones durante la mayor parte del domingo mirando televisión desde temprana hora.
Comencé a las 9:30 en el canal 22 con el programa sobre desarrollo humano, en donde un especialista trata con la conducta infantil, aunque verdad sea dicha, los niños son los que resultan menos culpables en los casos que se tratan, en definitiva es un programa muy recomendable para aquellos que son padres, quieren serlo, o rehuyen de la responsabilidad negando su paternidad. Aunque les confieso que las estrategias empleadas por el especialista en niños, funcionan a la maravilla aplicadas en adultos. Luego por el mismo canal, continua tres documentales ya conocidos por aquellos que gustan de la televisión científica, una buena barra matutina para dejar que el Domingo cumpla su curso. Debo contarles algo que me sorprendió mucho éste día, y es que siendo las 12:00 de la tarde mientras le daba zapping, encontré el concierto en el 22 de la filarmónica de la UNAM, en el 34 un programa de TV UNAM y en el 2 el partido de los PUMAS, ya sabrán mi sorpresa de verme invadido por la presencia de la máxima casa de estudios en la televisión abierta, claro que de los 3 programas ninguno cumplía con la exigencia del espectador medio, (en mi caso soy medio espectador, porque ya me estaba durmiendo) sobre todo por el penoso empate de los Pumas ante el poderoso equipo de San Luis. Pero es necesario que TV UNAM comience a dejar todo ese lastre burocrático sindicalista e invierta en mejores producciones de un contenido menos pretencioso, pero bueno, para continuar con mi entretenido zapping y luego de ver a la siempre "cambiante" Cristina Pacheco, me encuentro con un programa del 34 llamado "El valor de los valores". Programa de bajo presupuesto en el que se desarrollan problemáticas sociales dándoles una perspectiva que me parece muy interesante. Quizá las actuaciones no son de lo mejor, pero al menos no hay tanto grito ni maquillaje estilo Telerisa, además de que el mensaje no termina siendo ni típico ni moral (recordando a Silvia Pinal en "Casos de la Vida Irreal" ni a "Lo que las mujeres callan"), sino un mensaje de tolerancia, aunado a paisajes comunes en lugares familiares de zonas urbanas del Estado de México. Cosa que las producciones de canal 11 han olvidado, pues pareciera que para ellos, todos los niños viven en la Condesa, en la Roma o en Polanco, usan ropa nueva y de almacén con colores de acuerdo a la temporada y asisten a fuentes de soda, restaurantes de comida rápida y hablan de una forma tan correcta que asusta.
Creo que programas como "El valor de los valores" son importantes, pues ayudan al espectador común a identificarse, tanto con la problemática, con los personajes y sobre todo con los lugares que se presentan.
Pues ahí tienen mi reseña dominical. Espero que no se les quede la idea de que no tenía mucho de qué escribir, pero no es así. Les debo mi opinión acerca de la ley de aborto, la segunda vuelta electoral en Francia, la mafia sindicalista, la fabricación de endrogadas sintéticas, el crecimiento de la pornografía infantil, la hechura y confección de bombas yucatecas de alto poder y el miedo de los mexicanos a los deportes extremos.