miércoles, 11 de julio de 2007

Dicen que fue la guerrilla

Los mercados entran en alerta, Nissan y Honda deciden detener sus operaciones en las plantas de México, Bimbo expresa su preocupación por los hechos y advierte problemas en la producción.
La causa, atentados (ya comprobados por la Procuraduría General de la República) contra gaseoductos en Querétaro y Guanajuato, que un grupo armado (Ejército Popular Revolucionario) se adjudica según un comunicado.



Extraño, extraño como todo lo que sucede en éste extraño mundo que nos quieren vender, mi primera duda nace del hecho de que estos hechos se dan en medio de la “trama china”, extraño porque el gobierno federal inmediatamente acepte que existen grupos armados extremistas que atentan contra la soberanía nacional, extraño porque se da en una paraestatal fundamental en la economía del país, cuya privatización es muy esperada por muchos grupos de poder, extraño que estos atentados se den como respuesta de la desaparición de dos presuntos miembros del grupo subversivo que se adjudica las explosiones y más extraño aún que estas explosiones se den en estados cuya población conservadora no simpatiza con movimientos de izquierda y gobernados por la derecha oficial.
¿A dónde me lleva a pensar todo esto? Que son atentados fabricados por el propio gobierno federal para atraer la atención al asunto de la desestabilización por ideologías extremistas y la necesaria inversión extranjera en el rubro de los energéticos, pues es necesario mantener empresas tan importantes como las mencionadas en un principio, contentas y funcionando para generar más empleos de maquila mal pagados y poder ser competitivos con los chinos esclavistas, además de endurecer la vigilancia de movimientos de izquierda, mano dura a los subversivos e introducir más al ejército entre los civiles.
Claro que soy un loco, un malpensado, un amargado, un frustrado, una gente sin oficio ni beneficio que prefiere desestabilizar al país que construir hablando de temas más relevantes en el crecimiento de la nación, como lo son el de la excelencia, la productividad, la calidad, el compromiso con las inversiones, el respeto a la propiedad privada y la práctica de las buenas costumbres.
No creo para nada que las explosiones hayan sido atentados del EPR, pues los mexicanos hemos dado muestras de ser un pueblo cobarde e irresponsable. Nunca tendremos las verdaderas ganas de cambiar todo esto de forma violenta ¡y menos con la selección nacional en semifinales de la copa américa!