domingo, 10 de enero de 2010

La ira por lo absurdo

No puedo dejar de sorprenderme por el desgaste sin sentido al que está siendo sometida la población. Si bien alguién más considera una cuestión escandalosa el que personas del mismo sexo puedan unirse en matrimonio y educar hijos, yo no puedo compartir la sorpresa.

La intolerancia refleja la ignorancia en que se regodean las iglesias que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, es es primer lugar absurdo, porque el hecho que se contemple de una forma jurídica a las relaciones entre personas del mismo sexo, no significa que por ley todos los matrimonios debern ser así. De la misma forma en que la ley contempla la figura de violación sexual, no representa que todas las relaciones sexuales deberán ser de esta forma.

Un líder de opinión represetante de los llamados adultos contemporáneos, manifestó de una forma prepotente y absurda la idea de que en la naturaleza sólo existe una forma de procreación por medio de la unión sexual de dos géneros. Obviamente el tipo que bufó esta aseveración, olvidó por completo su educación básica, y no se acordó de la reproducción asexual. Además de olvidarse de la reproducción de los organismos hermafroditos, como gusanos y plantas.

Si estos caballeros que defienden "lo natural"  se asomaran mínimamente a la orgía de la naturaleza, concluirían que el universo está atascado de degeneración y sí, desde luego drogas, las drogas son esenciales para el funcionamiento del cerebro, ah y que se producen naturalmente para proporcionarnos emociones.

La famosa oveja dolly, es una muestra de otro tipo de reproducción, que a pesar de lo que griten y protesten los señores de las iglesias, se viene llevando acabo entre las plantas por varlos millones de años.

La clonación pone de manifiesto la independencia del género femenino para la procreación y de ahí una teoría en la que en base a sociedades de insectos como las hormigas y las abejas, plantea que el género humano podría encaminarse al igual que estas sociedades, a una comunidad de hembras.

Claro que estas ideas a las iglesias les da comezón y es por la sencilla razón de que escapan a su lógica. Si bien la religión es una de las tantas formas que tiene el ser humano de entender su realidad (formas de conocimiento) no se les debe olvidar que no es la única.

La realidad social supera en mucho a las fantasías religiosas de comunidades de gente que se aferra a escrituras hechas para otras épocas, en que la única forma de conocimiento era la religiosa. Estos mismos que ahora se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la clonación, al investigación con células madre son los mismos que en cuanto se enferman, corren con sus oraciones al médico más cercano y utilizan los medios electrónicos para difundir la palabra de su dios. Algo contradictorio, deberían hacer uso no de la tecnolología sino de la fé para difundir su mensaje.

La gente busca la mejor forma de sobrevivir en comunidad y no importa como sean sus relaciones ni como digan las leyes que deben ser en un sistema complejo.

No aceptaré nunca una ideología que me imponga la forma en que debo vivir, en que debo pensar y actuar, nunca formaré parte de un grupo que impone leyes establecidas por otro humano en nombre de dios. La iglesia católica ha tenido el control moral del mundo por más de mil quinientos años y no ha logrado hacer de este mundo un lugar mejor.

Todos con los mismos derechos, todos con las mismas oportunidades, sin oligarquías grupales que sometan a unos sobre otros. ¿O acaso no todos somos hijos de dios?