domingo, 1 de abril de 2007

De héroes y villanos

El viernes me fui al cine y me refiné dos películas, (vi dos películas); ambas relacionadas con el tema del héroe. Fearless presentada como “El duelo”, narra la historia de un maestro chino de artes marciales que debe enfrentar a su peor enemigo en una última batalla. Y 300, película basada en el cómic que presenta la visión de Miller sobre la historia del rey de Esparta Leonidas y su resistencia contra la invasión Persa.
Fue muy enriquecedor haber visto en ese orden las películas, pues son ejemplos perfectos de la visión de un héroe en dos culturas diferentes, la oriental y la occidental.
Quisiera platicarles un poco más sobre las películas que me parecieron muy buenas y les recomiendo ampliamente, pero me interesa más hablarles de las similitudes entre las dos personificaciones del heroísmo en estas dos películas. En ambas la gloria llega por el sacrificio, morir por un ideal. Si bien es una forma muy “romántica” (uso romántica sólo por aquello del “titanismo trágico”, pues más bien sería una forma clásica) del héroe, es una concepción que hasta la fecha sigue como la más ideal. Todos los fines de semana vemos a varias personas que tratan de alcanzar la gloria envueltos en la figura de héroes, unos pateando un balón, otros defendiendo su máscara, algunos más demostrando su resistencia al alcohol o retando los límites de la ley, la moral y la convivencia. ¿Pero es esta nueva imagen del héroe la más real? Porque si bien quien mete un gol en un partido de futbol asociación no precisamente es el más noble, limpio, leal y humilde, sino en la mayoría de las veces es el más vivalito, pícaro, descarado y hasta tramposo. Y es que aprovechar la menor ventaja en un medio tan competido, se vuelve la forma más lógica de actuar. En 300 pareciera que Leonidas utilizara esta lógica del oportunismo, pero finalmente no lo hace, pues a pesar de plantear una estrategia que hubiese resultado, no saca total provecho de su engaño, finalmente él tiene honor.
Pero Cuahutémoc Blanco es capaz de dejarse caer en medio del área grande para ganar una penalización a favor de su equipo, que correr por la pelota y eso le otorga mayor presencia en la mente de los aficionados que si hiciera el sacrificio de correr por la pelota. Es muy odiado por sus contrincantes, como debe serlo todo héroe que se respete y cuyos actos hayan representado una derrota para sus oponentes.
Yo creo que los verdaderos héroes son aquellos mejor adaptados para la subsistencia, los que sacan ventaja de cualquier situación sin el menor honor y nobleza posibles. Son los que tendrán mejor oportunidad de preservar sus genes mediante la reproducción y los que usarán todos los medios disponibles para complacer sus necesidades. No hay nada glorioso en ello, pero en la naturaleza quienes dan su vida por otros, no tienen demasiada oportunidad de dejar descendencia.
Lo que quiero decir con esto, es que el héroe ideal en el mundo real, está condenado al fracaso biológico, pues a pesar de toda su gloria, su estirpe difícilmente será basta.
Creo que es momento de revisar el rol de los héroes y acercarlo más a la realidad, decir que no luchaban por el honor, sino por las hembras y poder preservar así sus genes, que no luchaban por la libertad, sino por su subsistencia, que Hidalgo no se levantó en nombre de los indígenas, sino por las tierras que le quitarían por ser criollo. Que a Villa sólo le interesaba la impunidad, que Zapata luchó por venganza, que Carranza los usó para obtener el poder y luego los traicionó. Que en el mundo lo héroes salen cada día entregados al quehacer cotidiano, que no tiene otro ideal más que el sobrevivir, que de poco sirve un espíritu noble, una justa intención, una palabra verdadera, que la historia está repleta de tiranos que pasan como héroes.
Que los héroes “románticos” existen sólo en las cosas que se cuentan de ellos pero que nadie está dispuesto a entregar su vida por nadie, a menos que no sea por instinto, ese instinto que disfrazamos con gloriosos sentimientos que son la ropa de este simio soberbio, el homo sapiens.

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