Creer en las instituciones

En un país democrático la legalidad es un estandarte que debe ser mantenido por la fuerza de nuestras instituciones y hacerse respetar por cualquier medio. Aunque sea transgrediendo la misma legalidad. Sí, parece contradictorio, pero la ley mexicana no es famosa por su coherencia. Y en pleno gobierno democrático e incluyente es necesario dar un mensaje a la sociedad de unión y solidaridad, desde luego también de fortaleza castigando a aquellos que ponen en duda la labor de las instituciones, sobre todo tratándose de una cuya integridad está comprobada. El ejército mexicano en los nuevos términos funcionales, ha pasado a tomar el lugar de los encargados de la seguridad pública, digo, es una institución que demanda muchos recursos y cuya actividad era pasiva. Por ello a las grandes mentes empresariales se les ha ocurrido ponerla a trabajar y en dónde mejor que garantizando la pulcritud de la lucha contra el narcotráfico y los grupos subversivos desestabilizadores de la democracia como sucedió en Zongolica Veracruz.
Así es que no les extrañe la desaparición de la familia de la señora Asención, fallecida por desnutrición y descuido, acto que quisieron utilizar para desprestigiar la labor de nuestro honorable ejército. En un mundo de leyes uno debe aceptar la responsabilidad por sus actos.
Es por eso que este su blogger se une a la protesta en contra de aquellos que desconfíen de las decisiones de nuestro gobierno electo democráticamente. Pero esperen, aún no se comprueba de que el actual presidente mexicano llegó democráticamente al poder, vaya lío.
Sólo espero que con la misma fortaleza se esté combatiendo al crimen organizado.