domingo, 6 de mayo de 2007

La Europa senil

Mucha gente utiliza “Europa” como adjetivo de cultura y civilización, aunque a partir de los 90´s los países Europeos han tenido algunos problemas con los inmigrantes llegados de países menos favorecidos. Esto a alimentado el nacionalismo en los países líderes de la UE. El caso de Francia en las elecciones antepasadas en que los votantes le dieron una oportunidad a la ultraderecha de llegar a la segunda ronda, fue un indicativo de que una de las sociedades más “evolucionadas” pensaba necesario un gobierno menos tolerante y con mayor control sobre la vida del país. Luego vinieron los conflictos raciales en donde los inmigrantes salieron a tomar las calles como resultado de la discriminación racial y económica a la que están sometidos. Luego vino la ley del primer empleo, golpe directo a los jóvenes franceses que inician su carrera laboral, colocándolos a merced de sus contratantes, esta es una medida que el partido gobernante en México desearía poder aplicar, sólo que para su desgracia, primero debe crear fuentes de empleo.
Ahora la izquierda francesa es vencida, sé que la candidata no era del todo socialista, a pesar de la campaña que ambos candidatos hicieron por polarizar sus proyectos, en realidad no existían grandes diferencias estructurales en las dos propuestas, pero así lo hicieron ver. ¿Por qué perdió Royal? Es una pregunta que me inquieta, sé que no perdió por su propuesta y no quiero llevar el asunto a un problema de género.
El asunto está en que desde mi perspectiva Europa ha dejado de ser el lugar para buscar una solución a nuestros problemas latinoamericanos. Los resultados de la encuesta de Durex y el nuevo récord de asistencia en la foto de Tunick en México nos dicen que Europa ya envejeció y Latinoamérica tiene el combustible suficiente para ocupar ese espacio en el liderazgo cultural. En lo que a mi concierne, siento que estamos presenciando el despertar de Latinoamérica, un continente lleno de jóvenes liberales que deciden darle la espalda a las “buenas costumbres” disfrutando su sexualidad. En mi opinión ese es el primer gran paso para una revolución, probar el sabor de la libertad empezando por uno mismo, por el cuerpo y la satisfacción de uno de los placeres primigenios.
Puedo sentirme triste por el triunfo de la derecha, pero no hay razón, Europa ya no me importa, al menos no como ejemplo a seguir. Si existe un cambio, ese cambio viene por nosotros y para nosotros los latinos, sin modelos importados y sin autocensuras.
Algo esta sucediendo en América y nosotros somos parte de ello, es hora de abusar de nuestra libertad para comenzar a ser libres!

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